Lima
¡Ah, Lima! La Ciudad de los Reyes, como la llaman, es un lugar que me ha fascinado desde el primer momento que puse un pie en ella. Lima es la capital de Perú y, te prometo, es una mezcla vibrante de lo antiguo y lo moderno. Al caminar por sus calles, puedes sentir el pulso de una metrópolis moderna, pero también encontrarás rincones que te hablan de su pasado colonial y precolombino.
El Centro Histórico de Lima es un viaje en el tiempo. Con sus plazas, casonas y balcones coloniales, te transporta a una época donde la ciudad fue el corazón del virreinato español en América del Sur. No te puedes perder la Catedral, el Convento de San Francisco con sus catacumbas y, por supuesto, la Plaza Mayor. Pero Lima no solo es historia; es también una ciudad que mira al mar. La Costa Verde, con sus malecones y vistas al Pacífico, es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de un atardecer.
Y, ¿qué puedo decir de la comida? Lima es una capital gastronómica. Desde sus cevicherías, donde el pescado fresco se mezcla con limón y ají, hasta sus restaurantes gourmet, cada plato es una experiencia inolvidable. Si visitas Lima, te recomiendo probar un «lomo saltado», disfrutar de una «causa limeña» y endulzarte con un «suspiro a la limeña». Créeme, Lima tiene un sabor que querrás repetir una y otra vez. Es una ciudad que te abraza y te invita a descubrirla en cada esquina. ¡Te aseguro que te enamorarás de Lima, tanto como yo lo hice!