Arequipa
¡Arequipa! La Ciudad Blanca del Perú, como cariñosamente se le conoce, es un destino que me ha robado el corazón. Emplazada en medio de majestuosos volcanes y paisajes de ensueño, Arequipa es una combinación perfecta de historia, naturaleza y gastronomía.
Uno de sus más icónicos emblemas es el Monasterio de Santa Catalina. Imagina un pequeño pueblo dentro de la ciudad, con calles estrechas, patios coloridos y muros construidos con sillar, esa piedra blanca volcánica que da a Arequipa su apodo. Este monasterio es un viaje al pasado colonial de la ciudad, y caminar por él es como entrar en una cápsula del tiempo.
Pero si hablamos de maravillas naturales, el Cañón del Colca se lleva todos los aplausos. Es uno de los cañones más profundos del mundo y un lugar donde puedes ser testigo del majestuoso vuelo del cóndor andino. Las terrazas preincaicas que adornan las laderas del cañón y los baños termales en sus cercanías son solo la cereza del pastel en este paraíso natural.
Y, ¿cómo no mencionar la exquisita gastronomía arequipeña? Es, sin lugar a dudas, uno de los grandes atractivos de la región. Platos como el «rocoto relleno», la «chupe de camarones» y los «chicharrones de Arequipa» son delicias que no puedes dejar de probar. Acompáñalos con un buen «anís Najar» y te aseguro que tu paladar celebrará.
¡Y te garantizo que querrás volver una y otra vez!